Año nuevo y demás.

Comenzamos el año con muchos propósitos, intenciones varias y ganas de llevarlas a cabo. Nos queremos poner a dieta, practicar deporte, dejar de fumar, intentar ahorrar para las vacaciones… Todo un espejismo, ya que a dieta estas unos pocos días, esos en los que te sientes culpable del exceso de las navidades.
Deporte, bufff ¿que deporte practicar? El más socorrido, correr, hacer running. Ese deporte que llegada a una cierta edad, tienes que tener cuidado con las rodillas, las caderas y con suerte que no te reviente la patata en un repecho inesperado.
Fumar, se le hecha huevos las primeras doce horas, esas en las que estás saturado de haberte fumado dos paquetes y medio entre cenar y acostarte, después del cotillón que has pagado y te lo has pegado en la calle fumando lo dicho.
Otra de las intenciones que nos prometemos, es aprender idiomas. El inglés se lleva la palma y después está el alemán, italiano, francés… intenciones a tope, ganas desproporcionadas y abandonos múltiples.
Dentro de las ganas de hacer deporte, llegamos (yo lo hice) a apuntarnos a un gimnasio, aceptamos de mutuo acuerdo con nosotros mismos, el ir un mínimo de dos/tres días a la semana. Con el paso de los días, cumplimos esa promesa, pero dos o tres días al mes. Y lo mejor de todo, seguimos pagando cuotas sin ir. Hasta nos da pereza ir sólo por el hecho de darnos de baja.
Lo que realmente es apasionante, es el hecho de felicitar el año nuevo. ¿Hasta cuando? ¿Hay una fecha concreta? También la gente nombra este hecho como algo en clave de humor, como que hasta julio se podría felicitar el año nuevo, o con los primeros días del año es más que suficiente. Dentro de mi humilde opinión, felicitaré el año nuevo a toda persona que realmente lo merezca, al que aprecio de verdad porque a esas personas que tienes cerca de ti durante todo el año, les deseas todo lo mejor durante todos los trescientos sesenta y cinco días de este dos mil dieciocho. Por ello, si a mitad de mayo, o el veintidós de agosto te veo a ti, que no te he visto todavía, te felicitaré el año, por que si, por que me apetece. Creo que queda claro, por lo tanto feliz año nuevo a todos.

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