Lee y serás libre.

Escucho programas de radio, que alguna vez hablan sobre la importancia de la lectura. Desde pequeños, con los cuentos que nos contaban nuestros padres y ahora se los contamos a nuestros hijos, podíamos trasladarnos a cualquier parte del mundo, volar, bucear…
Cuando nos ponemos a leer, nuestra imaginación comienza a trabajar y consigue crear personajes que con la ayuda del escritor y su narración, le ponemos cara, altura, conocemos a los protagonistas que nos trasladarán a otra época, ciudad, etc.
Personalmente, la lectura consiguió en mi persona, librarme del adictivo y asqueroso vicio de fumar. Con un libro de autoayuda, que me regalaron, fue leerlo con calma y darme cuenta que esa lectura me estaba beneficiando sobremanera. Recuerdo el final de aquel libro, decía que hicieras algo especial, que lo recordases siempre como el principio de algo nuevo, de tu nueva vida libre de la atadura del tabaco. Así lo hice, esa noche me cené una pizza a mi gusto, no recuerdo bien si fue de cinco o seis quesos. Se que la disfruté y comenzó mi batalla contra aquel vicio. Aquel libro, me liberó.
Hace unos años, leí “piratas” de Vázquez Figueroa, aventuras en alta mar. Codicia, robos, abordajes.
La trilogía de Dolores Redondo en el valle de Baztán. Te atrapa en una investigación apasionante.
Qué decir de los guardia civiles Chamorro y Bevilacqua, de Lorenzo Silva. Te sumergen en las argucias de cómo resolver un asesinato.
No me olvido de un gran escritor, un policía murciano destinado en Huesca, Esteban Navarro da vida en sus libros a Diana Dávila, una policía que se enfrenta a los más enrevesados casos que a ritmo vertiginoso, dan la vuelta en el momento menos inesperado.
Tocando el tema local, tenemos un gran elenco de escritores de la tierra, Luz Gabás, Javier Sierra, Miguel Mena, Roberto Malo, David Jasso…
Nombraría más y más escritores y libros, pero no quiero marear la perdiz.
Que no os dé pereza leer, os relajará, os divertirá, os sentiréis y seréis libres. Disfrutar de la lectura.
Me voy a leer.